Casi siempre olvidamos que debemos amar el tiempo de los intentos, las horas que nunca brillan, la arcilla que va en nuestras manos, y que si no, no debemos de emprender nada, pues será en vano... Y es que sólo el Amor engendra la maravilla.
Sólo el amor, Silvio Rodríguez (Causas y azares, 1986)
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